miércoles, 3 de noviembre de 2010

Hipocresía y Represión

Últimamente estamos pasando de una época de libertad a cada vez más represión, me refiero a leyes a mi parecer absurdas e hipócritas, que merman las libertades de colectivos sociales por la imposición de otros, por ejemplo la famosa ley del botellón, el cierre de bares a determinada hora, o la nueva ley antitabaco. Este tipo le leyes van enfocadas al grupo de productos con impuestos especiales como son el alcohol y el tabaco.

La nueva ley antitabaco, o lo que es lo mismo la radicalización de la antigua, si, esa que hizo que un gran numero de hosteleros tuvieran que habilitar zonas para esos despojos de la sociedad que contaminan el aire con su toxico humo, humo menos nocivo que el de los miles de coches que llenan las calles, humo como el que sale de las fábricas y del que los países no quieren regular mediante el tratado de Kioto, ese humo del tabaco que nos venden, del que un 80% son impuestos.
Resulta curioso que se regule la venta de tabaco en gasolineras y a la vez se restrinja su consumo, ahora tendremos que tener cuidado al fumar por la calle, por si pasamos cerca de hospitales o parques infantiles, lugares por donde pasan multitud de vehículos expulsando su inofensivo humo.
Los exfumadores resentidos son los que están detrás del intento de abrir la veda del fumador, con frases tan lapidarias como que la libertad de alguien acaba donde empieza la del otro, estupendo, pero porque no se permite que el hostelero que quiera permita fumar? No hablo de todos, sino de un reducido número de locales se habiliten para esas personas dueñas de sus actos que quieran consumir un producto facilitado por el estado mientras se toman un café acompañados de sus amigos.
Pero al fumador no se le está permitido gozar de de esas libertades de las que presume nuestro estado de derecho y debe se ser marginado aunque nos interese que consuma, ya que muchos puestos de trabajo y mucho dinero están en juego. Pronto se venderá en las farmacias pero no se podrá fumar ni en casa.
Basta ya de hipocresía, o se prohíbe el consumo o se regula una ley menos impositiva.

2 comentarios:

  1. Esta va ser muy gorda...no se qué pasará, pero supongo que los hosteleros no se queden con los brazos cruzados...Yo no fumo mucho y no le doy la misma importancia que puede darle una persona que fuma más de una cajetilla al día, pero creo que en sitios como los hospitales, en los que la gente pasa situaciones de mucha ansiedad no deberían prohibir fumar en la calle, no se, se deberían respetar los derechos de todos y no prohibir y luego lucrarse de ello...No estoy para nada de acuerdo con la ley tal como nos la imponen, con habilitar zonas de fumadores y no fumadores ya estaba todo el mundo conforme, no entiendo porqué esa manía de europeizar España sólo para las cosas malas.

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  2. Soy fumador carreteril y apoyo, con matices, esta cuestión.

    Matiz 1: todo lo que nos dificulte fumar es bienvenido
    Matiz 2: todo lo que no sea prohibición total tiene fines comerciales

    Aunque nos pese, los fumadores tenemos un problema, bastante gordo, por cierto. El que diga que lo deja cuando quiere, que lo deje ya, porque si no es mongol perdido (con perdón hacia los mongoles).

    Yo entiendo que a la gente le joda la presencia de los fumadores, pero como tú dices, la mayoría de esas personas usan el coche, algunos hasta pa ir a cagar... Es cuestión de mirar el asunto desde muchos puntos de vista.

    Me considero un drogadicto, lo que pasa es que vicios hay de muchas formas. Está el alcohol, está el porno, está la tele, están los móviles, Internet, el juego, las pastillas (las que te dan en la discoteca y las que te dan en la farmacia, con plena aprobación social y consideradas necesarias para la vida moderna) y tantos otros. Desde luego no es ninguna excusa, es sólo una vacuna contra la hipocresía.

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